Primera Parte
Cuando se habla de música rusa, siempre nos vienen a la memoria los nombres de Txaikovski y el Grupo de los Cinco, de entre los cuales los más conocidos son Rimski-Korskov y Mussorgski. En realidad, hay muchos más compositores en los siglos XIX y XX que muestran la gran riqueza de la música rusa.
La filosofía, la política, las artes, en Rusia siempre se han debatido entre dos grandes corrientes, los eslavistas y los proccidentales. Se trata del eterno debate entre los que buscan la esencia de Rusia sólo en la propia tradición y los que creen que el país tiene que occidentalizarse. Es decir, el debate entre si Rusia tiene que mirar más hacia Asia o hacia Europa, con todos los matices que puede haber entre ambos extremos.
El Grupo de los Cinco (Rimski-Korsakov, Mussorgski, Borodin, Balakiriev, Cuí) son el máximo exponente de los compositores que buscaban las bases de su música en las raíces populares del pueblo ruso. Por el contrario, el máximo exponente de la corriente occidentalizadora es Anton Rubinstein. Considerado uno de los mejores pianistas de su época y muy influenciado por F. Liszt. De hecho fue Rubinstein quién fundó el Conservatorio de San Petersburgo, el más antiguo de Rusia y junto con su hermano Nicolai impartían clases de piano poniendo las bases de la gran escuela de piano rusa, considerada la mejor del mundo.
El Grupo de los Cinco animados por Glinka y Dargomizhski, también estudiaron en el Conservatorio pero eran más libres a la hora de componer, siendo el más formado académicamente de todos ellos Nicolai Rimski- Korsakov.
Txaikovski es el más internacional y el más ruso de todos los compositores y a la vez es quien mejor sintetiza las dos corrientes musicales y filosóficas. Txaikovski seguramente debe su gran popularidad al hecho de ser la síntesis perfecta entre la tradición académica y a la vez tener en cuenta la tradición y las raíces populares en sus composiciones.
Otros compositores de este programa son: Laskovski y Griboedov, ambos anteriores a la corriente musical nacionalista eslava. El primero interpretaba sus propias obras en recepciones de la nobleza. Trabajaba en el servicio de Inteligencia del ejército imperial ruso. Griboedov era diplomático de carrera y sólo se conservan dos valses de toda su obra musical.
Lyadov era alumno de Rimski-Korsakov, compositor de piezas muy cortas de estilo muy cercano a Glinka y Borodin.
Pakhulski y Rebikov, especialistas también en la composición de miniaturas, interpretaban sus propias obras.
Glinka, está considerado el padre de la música rusa, destacando su aportación capital en la ópera.
Cherepnin, alumno de Rimski-Korsakov y profesor de Prokofiev, en el Conservatorio de San Petersburgo.
Grecháninov, también fue alumno de Rimski-Korsakov. En 1939 estableció su residencia en Nueva York, manteniendo siempre las raíces culturales de su país de origen.
Cuí, miembro del Grupo de los Cinco, destacó para implementar y difundir las ideas musicales de este grupo de compositores del nacionalismo musical eslavo.
Moszkovski era polaco y formado musicalmente en Alemania, aunque en aquel tiempo Polonia formaba parte del Imperio Ruso.
Rachmaninov, es uno de los gigantes de la música rusa de todos los tiempos. Su estilo de composición estaba muy influido por Txaikovski. Estudió en los conservatorios de San Petersburgo y de Moscú. En 1918 fue a vivir a los Estados Unidos y no volvió nunca más a Rusia, pero durante la segunda guerra mundial hacía conciertos para recoger fondos para el ejército soviético. Su música es un reflejo del sufrimiento personal y la nostalgia de no vivir en Rusia.
Las dos corrientes estilísticas y de concepto en el fondo comparten el sustrato de la cultura rusa que no se puede entender sin la eterna dialéctica mencionada anteriormente que conforma una sola realidad. Y los dos estilos comparten una base de sentimientos muy rusos, pasión y nostalgia. Esto queda perfectamente reflejado en una escena de la novela Guerra y Paz de Lev Tolstoi donde la condesa Natasha Rostova se siente de golpe atraída por el ritmo y la belleza de un baile popular ruso y se añaden una fusión de dos mundos completamente diferentes: la cultura europeizada de las clases superiores y la cultura rusa de los campesinos. Tolstoi nos muestra que por mucho que hayan sido educados en el extranjero, en el más profundo de su corazón un ruso siempre es un ruso.
Joan Manau Valor